El Club de Ajedrez «Pedro Sánchez» de Guareña (Badajoz) es una de las entidades que lidera la Red Internacional de Ajedrez Social y Terapéutico, en la que se fomentan las aplicaciones del ajedrez para ralentizar el deterioro cognitivo provocado por el alzheimer o la demencia senil.

A través de la actividad «Ajedrez sin límites», que imparte Juan Francisco López, el club pacense trabaja con todos los grupos sociales, «desde personas mayores, hasta personas con discapacidad o que han sufrido un accidente cerebrovascular y enfermos de cáncer o con principio de alzheimer».

En sus clases, una quincena de alumnos se reúnen dos veces por semana para ponerse delante de un tablero de ajedrez. Sin embargo, no van a jugar una partida, sino que López los guía por diferentes tableros para que, de manera casi inconsciente, pongan a trabajar todas las zonas de su cerebro.

Con este tipo de ejercicios «se trabajan las funciones cognitivas del individuo, como la atención, la memoria, el razonamiento y las funciones ejecutivas», dice López a Efe.

Entre los alumnos, es imposible encontrar un patrón común, desde personas mayores hasta jóvenes con alguna incapacidad, pero la clase fluye y todos coinciden en «la cantidad de beneficios» que les aportan estos ejercicios.

López, en su afán por ayudar a estos a través de su pasión, el ajedrez, ha desarrollado ejercicios para, por ejemplo, influir en la ralentización del deterioro cognitivo en personas mayores, para que enfermedades como el alzheimer o la demencia senil «tarden más tiempo en invalidar a quien las sufre».

Asimismo, para personas con principio de alzheimer, ha creado ejercicios para evitar que pierdan la atención y utilicen su concentración «al máximo», así como que se dé cuenta del modo en el que obtiene los beneficios en el tablero para aplicarlos en su día a día.

En el caso de víctimas de un accidente cerebrovascular, que tienen dificultad para controlar la parte del tablero que coincide con la parte paralizada de su cuerpo, sus ejercicios se centran en que sea capaz de trabajar en todo el tablero.

«La ciencia ha demostrado que el cerebro trabaja como un músculo», afirma López a la vez que añade que, cuanto más se entrena «con ejercicios de dificultad progresiva», más se desarrollan las funciones cognitivas.

La reserva cognitiva del cerebro es «como un almacén que, mientras más lleno esté, más tarda en sufrir un deterioro», apunta.

Además, este tipo de actividades también tienen un efecto directo sobre la autoestima, con la cantidad de beneficios que ésta aporta a la salud, puesto que «da la oportunidad de practicar un deporte a personas que no pueden desarrollar una actividad física».

En general, el objetivo es llevar «los grandes beneficios» del ajedrez a todos los colectivos y a nivel mundial, gracias a la creación de la Red Internacional de Ajedrez Social y Terapéutico.

Ésta nace a raíz de unos artículos de Juan Francisco López en la revista del club Magic, por la que varios clubes chilenos tomaron como referencia las actividades desarrolladas por López para crear la Asociación de Ajedrez Social y Terapéutico de Chile.

De este modo, comenzó una «estrecha colaboración» que ha terminado en la creación de la Red Internacional, de la que también forman parte varios clubes chilenos, argentinos y españoles, como el Club de Ajedrez Magic o la Asociación de Ajedrez Social de Andalucía.

Dentro de esta red se han incluido, además de las aplicaciones sociales y terapéuticas, las educativas y su objetivo es «ayudar a aquellos grupos que quieran desarrollarlas en cualquier parte del mundo». EFE

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