La semana pasada terminaba la cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento del Turuñuelo que ha vuelto a revelar la importancia del enclave, su riqueza arquitectónica y la necesidad de mantener una continuidad en los trabajos en próximas fases.

El Instituto Arqueológico de Mérida (IAM), dependiente de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas informan que el proyecto de investigación ¿Estudio de la hecatombe animal del yacimiento de Casas del Turuñuelo. La gestión de la cabaña ganadera y sus implicaciones socioeconómicas y rituales en época tartésica?, ha finalizado con la ejecución de los trabajos programados y aportando datos reveladores que determinan la categoría del yacimiento como un asentamiento único en el valle medio del Guadiana en la fase final de la cronología tartésica. Este proyecto ha sido cofinanciado al 80% por un importe de 148.227,20 euros, con cargo a fondos FEDER, según informa el ejecutivo regional en nota de prensa.

Hasta la fecha, los trabajos de excavación realizados han permitido catalogar esta nueva construcción en el conjunto de un total de 13 edificios localizados bajo túmulos en la confluencia del río Guadiana con alguno de sus principales afluentes.

Cabe recordar que las excavaciones están dirigida por los arqueólogos Sebastián Celestino y Esther Rodríguez y las campañas realizadas han permitido exhumar parte de un edificio de dos plantas, compuesto por un vestíbulo que da paso a varias estancias y un patio al que se accede por una escalinata monumental. Sobre el pavimento del patio se han registrado más de 50 animales sacrificados entre los que destacan especialmente los équidos.

Se trata de un caso único tanto por las características deposicionales como por el tamaño y variedad de la muestra faunística. El marcado carácter estructurado de los depósitos animales indica un alto componente de actividad ceremonial que se interpreta como la primera evidencia de una hecatombe en el Mediterráneo.

El extraordinario volumen de équidos localizados y la variabilidad observada indican una cabaña equina probablemente mixta, que pudo estar compuesta por caballos, burros o asnos y sus híbridos. Esto nos remite a una gestión ganadera especializada y eficiente que pudo estar orientada al transporte de mercancías, probablemente relacionado con el abastecimiento y su distribución, prosigue la nota.

El equipo investigador que actualmente trabaja en el yacimiento es multidisciplinar, abarcando todas las especialidades relacionadas con la reconstrucción y el análisis específico de los restos animales. El equipo está compuesto por miembros del Instituto de Arqueología de Mérida del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, del Instituto de Restauración y Conservación de la Generalitat de Valencia, de las Universidades de Extremadura, a través de la Facultad de Veterinaria y la Escuela de Ingenieros Industriales y por los equipos de Bioarqueología de las universidades de Barcelona, Valencia, Granada, del Instituto Milá y Fontanals del CSIC y del Instituto Carlos III-Universidad Complutense de Madrid.

En la actualidad, la dimensión del yacimiento y su enorme potencial han requerido la concesión de una subvención directa de la Junta de Extremadura al CSIC para darle continuidad a la investigación del yacimiento realizada por el IAM, al ser considerado como el mayor hallazgo arqueológico del último decenio en España y uno de los más importantes del Mediterráneo.

Esta nueva concesión directa cuenta con una inversión de 166.518 euros, cofinanciada en un 80% por el Programa Operativo del FEDER 2014-2020, para la realización de una actividad subvencionable hasta 2023 que va a permitir desarrollar los trabajos de estudio, restauración y conservación en el laboratorio de los restos extraídos, termina la nota.

Recibe en tu móvil todos los contenidos relacionados con Guareña
SUSCRÍBETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM

 |  Gracias por visualizar este contenido

ir a la portada de la web para ver más